Interview Âme

En Karlsruhe hay aceras sucias y mujeres gordas. Salchichas largas y ensaladas de patata. Bebedores de cerveza y jugadores de fútbol albinos. Pero también hay calidad. Mucha calidad. La calidad de dos tipos como Kristian Beyer y Frank Wiedemann. La gente les conoce como Âme y la verdad es que el mundo del house ya no es lo mismo desde que aparecieron. Nadie como ellos ha sabido darle una pátina intelectual a este género bailable y transformar el mejunje en una sopa fría de las que le dejan a uno nuevo en los calores estivales. Están de moda, de verdad, todo el mundo habla de ellos y todo el mundo les señala como los auténticos renovadores del sonido house en Europa. Sí, en Karlsruhe hay perros obesos, borrachos cantarines y dos tipos que parecen salidos de la Revancha de los Novatos que producen como si Jesucristo les guiara en el estudio. Y el house vuelve a molar, claro.

La pregunta del millón. ¿Cómo diablos os conocisteis?
Kristian: Bueno, para empezar ambos vivíamos en el mismo lugar, esto es en Karlsruhe, digamos que en la frontera con Francia. Hemos vivido allí siempre y dado que nuestros gustos eran muy similares, era normal que tarde o temprano coincidiéramos en algún lugar. Por mí parte, yo un buen día decidí llevar una tienda de discos, y la verdad es que me absorbió bastante porque no me permitió terminar la carrera… Bueno, a lo que iba, total, que un buen día estaba yo detrás del mostrador y entonces entró Frank. Desde ese día, nos hicimos amigos.
Frank: Enseguida nos dimos cuenta de que teníamos los mismos gustos y fue sólo cuestión de tiempo que decidiéramos grabar algo juntos. Fue amor a primera vista (risas).

Tenemos entendido que comenzasteis pinchando juntos…
Frank: Sin duda, fue así. Lo primero que hicimos fue pinchar juntos, nos divertíamos muchísimo, eran días de absoluta locura musical. Recuerdo que no teníamos límites a la hora de pinchar. Podíamos poner algo de Basic Channel y luego pasábamos a algo de Strictly Rhythm, no lo sé, era un momento de efervescencia creativa que se dejaba ver en nuestras sesiones…
Kristian: Es así. De todos modos, con el tiempo resultaba más fácil uniformizar la sesión, es decir, podíamos pinchar de todo sin que se notara en los patrones rítmicos. Gracias al estallido del nuevo minimal podemos mezclar todo tipo de sonidos, porque si te fijas los bpms han decrecido. Hace cinco años los bpms iban a 130 ó 135, pero ahora hablamos de de 125-130. Gracias a esto, muchos DJs han podido mezclar distintos sonidos sin romper la continuidad rítmica.

Kristian, suponemos que regentando una tienda de discos, tu muestrario de influencias debe de ser colorido y variado a rabiar…
Kristian: La verdad es que sí, la tienda me ha abierto muchos frentes musicales que desconocía y que han sido de gran influencia en mi música. Mis principales influencias proceden de la música de baile estadounidense. El house neoyorquino de toda la vida, los sonidos de Chicago y Detroit, la música de Carl Craig, Juan Atkins, Robert Hood y la gente de Underground Resistance. También he sido muy fan de todo el material de Basic Channel y Mike Ink (sus primeros discos). Me gusta el minimal alemán más tradicional, no lo que se hace ahora.
Frank: Yo tengo que decir que mis mayores influencias vienen del jazz y siempre ha sido un elemento muy presente en nuestra música.

Presente, futuro… mucha gente se olvida de la historia que hay detrás de la música de baile actual, mucha gente se olvida de mirar también al futuro. Vuestra música parece tener en cuenta ambos tiempos.
Kristian: Siempre he estado firmemente convencido de que hay que encontrar desesperadamente un equilibrio perfecto entre lo que ya se ha hecho y lo que está por venir. Cuando consigues equiparar presente y pasado en tu música tienes muchísimo ganado. Creo que es totalmente necesario conocer un poco la historia, tu historia de hecho, porque dicha historia debería verse reflejada en las producciones actuales.
Frank: Me gustaría considerar nuestra música como un mirador futurista al techno del pasado. De eso se trata.

¿Qué podéis contarnos de vuestros primeros trabajos, en Sonar Kollektiv? ¿Cómo llegasteis a conocer a esa gente?
Frank: No tiene mucho secreto, la verdad. Un día los chicos de Jazzanova tocaban en nuestra zona y se pasaron por mi tienda a comprar algunos discos. Te estoy hablando de hace mucho, mucho tiempo. Podríamos decir que nos conocemos desde hace siglos. Dixon es muy amigo mío. Total, que un buen día le pasé una de mis producciones y, en cuanto la escuchó, se la pasó a los chicos de Jazzanova y de ahí todo salió rodado. Todavía seguimos siendo grandes amigos, la verdad, son una buena gente.
¿Y cómo os apañasteis para poner en marcha el sello Innervisions, fuera del influjo de Sonar Kollektiv, junto a Dixon?
Frank: Bueno, piensa que somos todos colegas, de modo que este tipo de cosas se pueden hacer si hay confianza. En un momento dado, entendimos que Sonar Kollektiv se había convertido en un sello demasiado freestyle y nosotros nos consideramos productores house. Sentíamos la necesidad de llevar ese material a otro sello que tuviera distintas miras.


Kristian: Sin duda, no teníamos nada en contra de Sonar Kollektiv, que quede muy claro. Al contrario, su catálogo me encanta. Era una forma de posicionarnos en el mercado y dejar claro que lo nuestro era música house. Queríamos que se nos reconociera en ese terreno.

En la redacción de esta web somos unos fans absolutos de vuestro gran hit, “Rej”. Hay una leyenda que dice que la toma original del tema os recordaba mucho a una canción de Isolée y la cambiasteis por el corte que luego fue un éxito…
Kristian: No te han informado mal. La verdad es que en la época en que estuvimos componiendo el tema yo tenía un amigo muy cercano que vivía con Rajko (Isolée), de hecho vivieron juntos muchísimo tiempo. Me encanta Isolée y tenía una canción llamada “Beau Mot Plage” que adoro. Bueno, el tema es que cuando terminamos “Rej” no estábamos muy contentos con el resultado porque la canción se parecía bastante e “Beau Mot Plage”. Hablamos y llegamos a la conclusión de que la melodía era perfecta pero había que cambiar el resto del tema. De hecho, en el original, la melodía se oía como muy de fondo.

Frank: La verdad es que la reconstruimos en muy poco tiempo, muy rápido. La cambiamos por completo, lo único que guardamos fue la melodía. La verdad es que Isolée no tuvo nada que ver en esto, no nos dijo que la cambiáramos ni nada por el estilo. Conozco muy bien a Rajko y respeto profundamente todo su trabajo.

Ese tema, al final, os cambiaría la vida, ¿no? ¿Es un resumen perfecto de vuestro sonido?
Frank: Quizás es demasiado atrevido decir que es un resumen de nuestro sonido, no lo sé. Lo que te puedo decir es que una producción totalmente influenciada por el sonido Detroit. De todos modos, tengo que decir que “Rej” no es nuestra canción favorita ni mucho menos. Si hay un tema que tuviera que señalar como resumen perfecto de lo que es el sonido Âme mi dedo se posaría sobre “Nia”. Es la canción que más nos gusta porque básicamente es la canción en la que realmente confluyen nuestros dos mundos musicales.
Kristian: De todos modos, yo no soy muy partidario de hablar de si esta canción es mejor o peor, la verdad es que acostumbramos a estar muy orgullosos de todo el material que sacamos, porque siempre le dedicamos muchas horas y mucha paciencia a cada producción. De esa tozudez y perfeccionismo siempre surgen canciones contra las que no tenemos nada que decir en contra.

Kristian ha sacado un tema muy importante: el perfeccionismo y la lentitud con que desarrolláis vuestras producciones. ¿Creéis que uno de los principales males de la música de baile actual es la sobreproducción?
Frank: Sin duda. La gente saca muchas cosas a la vez en muchos sellos y la calidad de las producciones se resiente. Nuestra filosofía es trabajar durante mucho tiempo cada canción, hasta perfeccionarla a niveles de excelencia máxima. Por eso nunca verás que saquemos cuatro o cinco temas en un solo mes. Es un problema, sin duda, y muchas veces tienes tantas propuestas sobre la mesa que las haces corriendo y deprisa para no lamentarte luego porque rechazaste un remix o algo así… Nosotros nunca hemos creído en eso, de hecho seríamos incapaces de sacar algo al mercado si tuviéramos la más mínima duda acerca de la calidad y acabado del producto.

Mucha gente os señala como auténticos renovadores de la música house. Os lo han dicho muchas veces. ¿Sois conscientes de estar creando algo nuevo?
Kristian: La verdad es que no creo que estemos haciendo algo nuevo, eso son palabras mayores, sin duda. De todos modos, tengo que decir con orgullo, y que me perdonen por chulear (risas), que hemos recibido emails de apoyo de gente muy importante. Quentin Harris y Underground Resistance, por ejemplo, nos han dicho que estamos cambiando el house, un halago que nos llena de orgullo y satisfacción.
Frank: Creo que nuestra cruzada no es exactamente la de cambiar el mundo del house o asombrar al oyente con algo nuevo, la cruzada aquí es ser fiel a ti mismo, ser fiel a las ideas en las que crees. Si consigues realizarte de esa manera, consigue liberarte de una presión enorme y es entonces cuando estás haciendo lo que realmente quieres, y lo disfrutas. Cuando eso ocurre, está haciendo algo grande.

No se os ve mucho por ahí pinchando juntos, la verdad es que no os prodigáis mucho en pareja, al menos esa es la sensación que tenemos desde fuera…
Frank: No te falta razón. De todos modos, pinchamos más de lo que la gente podría llegar a pensar. Lo que sí es cierto es que por separado resulta más fácil todo, porque una de las razones por las que los promotores no nos contratan es porque tienen que pagar dos vuelos y dos hoteles, y eso no les gusta demasiado.

¿Como afrontáis vuestras sesiones?
Kristian: Lo primero que hacemos al llegar es ver qué están pinchando los otros DJs. Si el tono es techno y bastante duro, intentamos adaptarnos a eso, si es más house sacamos el material house. Por mí parte, a veces me gusta pinchar techno, pero no minimal o tech-house tal y como los conocemos hoy en día. No me gusta poner lo que todo el mundo pone, ¿sabes? Por eso mismo, me encanta Luciano cuando pincha, porque tiene un estilo inimitable y propio. También depende de dónde vayas, en lugares como Estonia o Finlandia tienes que centrarte más en el house, y puedes pinchar muchísimo material americano que es más lento. Si estás delante de 2.000 personas que quieren techno, no puedes pinchar material de Osunlade, claro…

¿Cómo funciona el sello Innervisions? ¿Qué nos depara el futuro?
Kristian: Lo más importante es que no queremos cambiar su filosofía. Lo importante es seguir el ritmo de un maxi o dos al mes, sin prisas, seleccionando con tino todo lo que sacamos para que sea de la máxima calidad. La verdad es que no tenemos acceso a tanta buena música como para sacar más referencias que las mencionadas.

¿Y cómo funciona el proceso de selección?
Frank: Es un proceso puramente democrático. Si no estamos todos de acuerdo, no sacamos nada. A veces puede ser duro, pero siempre es bueno discutir y sopesar las distintas opciones. La verdad es que siempre llegamos a un acuerdo, porque todos tenemos unos gustos musicales muy parecidos. Somos tres personas llevando las riendas de este sello y nos apasiona el proceso de selección de las distintas canciones.
Kristian: Tenemos algo muy claro, la verdad. Lo que queremos es tener la máxima calidad. No queremos irnos por las ramas o sacar mierda por sacarla. Nos conocemos todos desde hace muchísimo tiempo y queremos seguir en esto dentro de diez años, todos juntos.

Nos fascina vuestra obsesión por trabajar con EPs y no darle mucha cancha al formato LP.
Kristian: Nunca hemos sido fans del formato LP. Cuando grabas un LP tienes la presión de que hay que poner un número mínimo de canciones, es como si tuvieras que llenar minutaje. Además, hay como ciertos vicios impuestos, como por ejemplo, la tontería de poner un tema downtempo, un tema de broken beat… En fin, lo odio. Si te fijas, casi siempre funcionamos con formato EP. Pero bueno, nunca digas nunca jamás, la verdad es que es posible que unos dos o tres años tengamos un LP en el mercado. Habrá que ver.

Ya casi os tenemos en Monegros. El festival está a la vuelta de la esquina. ¿Qué os dice esta propuesta? ¿Cómo os sentís ante la posibilidad de actuar en este festival?
Frank: Estamos muy ilusionados y tenemos muchas ganas de ver ese lugar, de sentir el calor del desierto, de ver a toda la gente. Me han dicho que después de Sónar, Monegros es el festival de música electrónica más reconocido de España, y uno de los mejores de Europa. El otro día estuve viendo el cartel en vuestra web y la verdad es que es uno de los mejores line ups que he visto en mucho tiempo. Tenemos muchas ganas de ir allí, la verdad.
Kristian: Hemos actuado en muchos lugares extraños, pero nada más estimulante que la mística de un desierto, en medio de la nada… Será memorable.


Florida135

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