Como ya sabéis, artistas como Paul Van Dyk suelen estar idenficados con ‘esa basura del trance comercial’, pero definir así a un productor suele ser inadecuado e incompleto. Es cierto que Van Dyk está montado en el dólar, que ha hecho cosas horrorosas y pincha temas feísimos, pero por otra parte también tiene en su carrera momentos gloriosos, grandes himnos del primer trance, sesiones espléndidas y una pasión no demasiado publicitada por el house progresivo de trazo fino. Así que digamos que aunque no somos fans, tampoco le odiamos, y por eso te recomendamos que veas este pequeño documental de ocho minutos producido por la revista Mixmag en el que Paul Van Dyk, aprovechando la salida de su nuevo mix-CD para Cream, habla sobre sus orígenes en la música, su idea de la electrónica como un lenguage global, sus clubes favoritos, sus ambiciones y sus pasiones más ocultas. En general, muchas cosas interesantes se dicen aquí.
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