Parece que, cada año, las fuerzas de la Naturaleza buscan tener cierto protagonismo en el festival que cada año se celebra en el desierto monegrino, y este año se han decidido por refrescar el ambiente a través de una sorprendente e inesperada tormenta, sorprendente porque rara es la vez que la lluvia nos obsequia en esta parte del desierto, y cuando lo hace es coincidiendo con el festival, e inesperada porque nadie vaticinaba este inesperado cambio climático.
El caso es que la tarde comenzó con una tormenta, acompañada de un incesante viento, y que ya dejo fresco (incluso frio) el ambiente, con lo que la crema solar se vio sustituida por las prendas de abrigo y las toallas, que sirvieron de inesperada protección contra el gélido ambiente.
Esta situación influyó bastante en la organización, con miles de personas intentando entrar en el recinto, con objeto de guarecerse de la tormenta, pero tampoco hubo mayores problemas, salvo en los equipos de sonido, como diré a continuación.
Como decía, el frio hizo que los asistentes al festival buscaran desesperados refugiarse en las carpas mas protegidas, y una de ellas era, precisamente, la que contenía, en esos momentos, una de las actuaciones que mas estaba esperando desde que conocí el cartel, la de los alemanes Ame, que estaban efectuando su set en la carpa White Label.
Tan solo debo decir que estuvieron geniales, una música estupenda, tirando de tech house divertido e infeccioso, a la par que elegante, y unas mezclas más que correctas. Estaban allí tanto Frank Wiedemann como Kristian Bayer, turnándose en las mezclas, pero siguiendo la misma línea sonora. El hecho de que esa carpa era el refugio para los que huían de la lluvia, caldeó el ambiente y la fiesta que se vivió allí fue más que notable.
Debo destacar que, aunque note una menor afluencia de público que el año anterior, si vi un mayor número de asistentes extranjeros, venidos de distintas partes de Europa, gracias a la difusión que se le ha pretendido dar al festival a nivel europeo. También noté la enorme publicidad que se le daba al nuevo local, el barcelonés Row 14, en detrimento de la mítica Florida 135.
Tras Ame, le tocó el turno a Steve Bug, que también tiro de tech house efectivo y elegante, en su línea habitual. Como la cosa, dentro de la carpa, estaba bastante agobiante, debido a la masificación, decidí salir al exterior, y, aprovechando que había cesado la lluvia, pero no el frio, me acerque al escenario Bacardi, la mini Open Air, donde iba a tener lugar, en unas horas, la actuación estelar de la noche, y en el que, en esos momentos, había muy poco publico asistiendo a la actuación de Ambivalent, uno de los acólitos de M_nus, que estaba regalándonos un electronic house de tintes minimaloides. En esta carpa es donde la tormenta más había afectado al equipo de sonido, con continuos problemas, que obligaron a retrasar las actuaciones en este escenario.
También decidí pasarme un rato por la antigua Expo 2008, este año rebautizada como Row 14, donde tenía lugar la actuación principal de esas horas, el opening set de cuatro horas de Oscar Mulero, que tenía menos publico del que se esperaba, sobre todo debido a la lluvia, que hizo que la gente se mostrara reticente a estar en los escenarios a la intemperie.
Debo decir que me sorprendió que el madrileño, no tirase de techno muy duro, ni de sonido Birmingham, al menos durante el rato que lo estuve oyendo. Parecía decantarse por ritmos mas techno houseros, incluso me pareció escuchar el Jolly Joker de Alter Ego, saliendo por los altavoces de ese escenario.
También quería lanzar un pequeño tirón de orejas a la organización, ya que este año parecían haber desaparecido los tan útiles paneles informativos que anunciaban quien estaba pinchando en ese momento y en esa carpa, y que el año pasado tanto ayudaron a la gente que andaba algo confusa.
De nuevo un rato a ver a Bug, que estaba tirando de una música bastante divertida, como la remezcla que Radio Slave hizo del Elevation de Sydenham y Tiger Stripes, basándose en el French Kiss de Lil’Louis.
De nuevo en la Bacardí, los problemas de sonidos seguían retrasando las actuaciones, la verdad es que parece impensable que en un festival como el de Monegros, no hubieran sido más previsores, y no estuvieran preparados para una situación como esta.
De esta forma, con algo de retraso, hizo su aparición el francés D’Julz, que se presentó como la gran sorpresa de la noche, ya que nos regaló un set de tech house divertido, lleno de toques funk y tribales, con la contundencia in crescendo, solo ensombrecido por una par de interrupciones, a causa de los susodichos problemas técnicos, pero llevado a cabo de una forma muy precisa y correcta, con su Just So U Know incluido, y acabando con sonidos detroitnianos para dar paso, a Laurent Garnier, que ya llevaba un rato en el escenario y de vez en cuando cogía el micrófono para animar a la gente, ya que el numero del público asistente, sabiendo que se acercaba la actuación del Monsieur, había crecido enormemente.
Por fin, y tras ser previamente anunciado por el propio D’Julz, se puso a los platos el gran Laurent Garnier, que nos iba a ofrecer su primer set de la noche, un set, en teoría, de corte más house. Hay que decir, que para Laurent, se efectuó un cambió de equipo, tanto de mesa como de platos.
Lo que allí nos ofreció este genio fue house en todas sus vertientes, tech house contundente, sonidos más deep, sonido Chicago, mucho acid, y todo ello pinchado solo como el Rey Sol sabe, con una técnica impecable y viviendo cada momento como si fuera el último, sabiendo como enlazar los temas para que la sesión, más que una sesión, parezca un autentico discurso, en el que el dj transmite algo que más que música, generando una increíble empatía con el público. Laurent en estado puro, con funciones de MC incluidas, incluso haciendo bromas con la situación climatológica de esa noche.
Por allí dejo sonar una remezcla de su Dangerous Drive, e incluso tuvo su momento divertido, cuando puso el Total Departure de Smith & Selway, con el consiguiente estupor de un público entregadísimo.
Tras la más que increíble sesión del Monsieur, que se nos hizo mas que corta, este dio paso a uno de sus más aventajados alumnos, Scan X, pero a mí me apetecía ver algo más del festival, antes de que diera comienzo la segunda sesión de Laurent, así que me dirigí hacia la Row 14, donde, en esos momentos, estaba ejerciendo su set el káiser.
Y llegué justo, en la recta final de la sesión de Sven Vath, que estaba tirando de tech house efectivo, y divertido, en la línea Cocoon. Tras Vath, le tocó el turno a Richie Hawtin, con lo que la sensación de deja vu, respecto al año pasado, donde el káiser le dio el testigo al mínimal King en este mismo escenario, fue inmediata.
Tan solo decir que Hawtin empezó con un techno bailable pero tranquilo, y que amenazaba con repetir lo mismo que en el pasado Sonar, así que un rato de rigor, y de vuelta a la Bacardí, a coger buen sitio para el segundo gran set de Laurent.
Allí, aun estaba Scan X a los mandos, y en ese momento hacía sonar ese clásico del acid que es Stakker Humanoid. Un par de temas más, y de nuevo el Monsieur, parapetado con una camiseta de Monegros, volvió a la carga, dispuesto a llevarnos de vuelta al paraíso.
Tras comenzar con un techno psicodélico y exploratorio, se atrevió a llevarnos por los sinuosos mundos del sonido Detroit, a través de efectos cósmicos, bajos superlativos, con una cada vez mayor contundencia, jugando con los mandos, fabricando ecos imposibles y llevándonos a mundos inimaginables.
Fue en este set, en el que hizo temblar la pista cuando hizo sonar esa maravilla llamada Crispy Bacon, uno de los mayores hits techno de la historia, y que es una bomba segura en cualquier pista de baile. Pero lo increíble fue, cuando mezclo el tema, con una copia del mismo, extendiéndolo hasta el infinito, y aprovechando para hacer efectos y ecos, como reverberar el momento en el que el tema recuerda al chisporroteo de la carne o extendiendo el famoso subidón hasta límites insospechados. Sin dudas, este fue el gran momento del festival.
La sesión siguió con una elegancia inusitada, tirando de sonidos funkoides, ritmos tribales, momentos sorprendentes como cuando sonó el clásico Can You Feel The Party de Royal House o, ya en la recta final, cuando nos regaló la remezcla-versión que la gente de Toolroom han hecho de su Man With The Red Face.
Tras esta segunda, y maravillosa, sesión, Garnier, con alguna que otra reticencia ya que se lo estaba pasando de rechupete, se despidió y le dio el testigo a otro de sus grandes alumnos, un viejo conocido y amigo de esta web, el francés Sebastian Devaud, más conocido como Agoria, que mantuvo el nivel dejado por el maestro, efectuando una sesión bestial, llena de temazos, y con una técnica impecable.
Por allí sonaron temas propios como el poderoso Code 1026 o el magnífico Les Violons Ivres, cuya escucha siempre se agradece, y también tiro de los temas de su recién estrenado sello Infine, y que mejor que poner algo de ese pedazo de maxi que es Can’t Throw A Stone de Cubenx, ya comentado en esta misma web.
Además dejo sonar, para deleite de los allí congregados, hits como el Model 8 de Lemon 8 o el remix que Dubfire ha hecho del Grindhouse de Radio Slave, así como multitud de sonidos que nos recordaban enormemente al estilo Border Community, del que el francés es un gran apasionado.
Tras un buen rato disfrutando de Agoria, decidimos acercarnos a ver que se cocía por la San Miguel, carpa que aun no había visitado en todo el festival, y donde, en esos momentos, estaba ejerciendo su set la capo de ese gran sello que es B Pitch Control, la berlinesa Ellen Allien.
Yo ya había oído hablar mucho de los sets de la alemana, y no precisamente para bien, pero yo quise darle una oportunidad, y la verdad es que debo dar la razón a sus detractores.
La Allien nos ofreció un set bastante desganado, con una técnica pésima, y lleno de altibajos en la selección musical, tan pronto te regalaba un track de electro pop bizarro, como te ponía un trallazo tech house en toda regla, como bajaba el listón con alguna paranoia electrónica, algo que no parecía hacer mucha gracia a los congregados en esa carpa.
Cabe destacar que, en las pantallas colindantes, aparecía de vez en cuando, la portada de Sool, el último disco de la alemana, también comentado en esta misma web.
Como la señorita Allien no nos convencía demasiado, nos dirigimos a la White Label, donde, en esos momentos, estaban los Silicone Soul efectuando su set.
La verdad es que se trataba de un set contagioso, lleno de tech house divertido y efectivo, con momentos muy deep y elegantes, y que acabó con su gran hit, el famoso Right On, que dio paso al set de Oscar de Rivera, y que, la verdad, sorprendió gratamente, sobre todo cuando hacía poco que lo había visto en una famosa sala zaragozana, tirando de house pasteloso y hits radiofónicos.
Esta sesión fue todo lo contrario, prescindió del azúcar, para regalarnos condimento del bueno, tech house festivo y contundente, en una sesión llena de trallazos, como el Grindhouse de Radio Slave, bajo remix de Dubfire, La Sirena de Acquaviva & Doria o, ese gran momento con el Age Of Love, remezclado por Jam & Spoon, que fue uno de los grandes hitos de la sesión.
Pero recordé que en esos momentos estaba Stacey Pullen en la San Miguel, así que deje a Oscar con sus locos movimientos en cabina, para dirigirme hacia donde estaba el de Detroit, que aunque a lo he visto unas cuantas veces, no me canso de escuchar esos sets de techno en estado puro, y eso era lo que estaba ofreciendo mr Pullen, repartiendo un techno de bajos gordos y máxima efectividad.
Un rato viendo a Pullen, y de vuelta a la White Label, donde ya se había puesto a los platos Wally Lopez, que, para sorpresa de todos, seguía la estela dejada por Oscar de Rivera, tirando de un tech house muy festivo y poco, o casi nada, comercial.
Pero el frió y el agotamiento habían hecho mella en nuestros cuerpos, así que decidimos abandonar el festival, y al pasar por la Row 14, donde estaba teniendo lugar, en ese momento, el adalid del techno mas duro, Felix Kroecher, que parecía haber cambiado el registro, para la ocasión, dejando los ritmos mas duros para centrarse en el tech house, y como prueba diré que, en ese momento, estaba haciendo sonar el Total Departure de Smith & Selway, pero remezclado por Cirez D, cosa que me sorprendió gratamente, sobre todo sabiendo cómo se las gasta esta bestia del hard techno.
Ya fuera del festival, me pareció oír que salía de alguna de las salas, el Man With The Red Face, de Monsieur Garnier, remezclado por los de Toolroom. No pude captar de que carpa salía, aunque por la nitidez, parecía venir de la Row 14, cosa extraña sabiendo quien estaba actuando allí en esos momentos.
Saliera de donde saliera, el caso es que este ultimo sonido que llegó a nuestros oídos es un gran colofón y perfecto resumen de lo que dio de sí esta gran edición del Monegros Desert Festival.
Crónica: Monegros Desert Festival 2008 (Djsanroman.com)
Publicado por Sergio Villa el miércoles, julio 16, 2008
Etiquetas: Ambivalent, Ame, D'Julz, Florida-135, Laurent-Garnier, monegros-desert-festival, News, Noticias, Oscar Mulero, Richie Hawtin, row-14, STEVE BUG, Sven Vath, Wally Lopez
ENTRADAS QUE PODRÍAN ESTAR RELACIONADAS:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios
tienes que poner un enlace hacia la fuente original gracias
http://www.djsanroman.com/cronica-monegros-desert-festival-14-120708/
No está el enlace pero en el titulo esta la fuente djsanroman.com
Aqui dejamos nuestra cronica de SLM http://www.sientelamusica.es/foro/viewtopic.php?t=3465
Muy buena Crónica sobre Monegros gracias.